Finanças comportamentais está envelhecendo mal?
Recentemente tivemos a divulgação de quem um dos autores mais renomados na área de finanças comportamentais agiu de maneira pouco ética. Além disto, algumas pesquisas famosas na área estão sendo questionadas, como é o caso do teste do Marshmallow. A pergunta faz sentido. Será que as finanças comportamentais entrou em crise?
O Nadaesgratis apresentou um longo texto sobre o assunto. A seguir alguns trechos:
Aún con todas estas limitaciones, creemos que los rumores sobre la muerte de la economía del comportamiento han sido ampliamente exagerados. Merece la pena ver la situación con algo de perspectiva:
Los problemas de replicación son comunes en la ciencia y, de hecho, estas crisis sirven para mejorarla. Las revistas académicas de economía, y poco a poco a también las de psicología, han elevado los estándares para facilitar la comprobación de los resultados de sus publicaciones. Hoy en día, la gran mayoría de las investigaciones en economía del comportamiento exigen un pre-registro de las hipótesis y los análisis que se van a estudiar, de forma que no haya una búsqueda espuria de resultados a partir de los datos obtenidos.
Además, se han elevado las exigencias sobre la disponibilidad pública de los datos utilizados. Todo ello facilita que se puedan comprobar la robustez de las investigaciones mediante réplicas, aunque estas lleven su tiempo.
Los problemas de falta de honestidad también aparecen, tristemente, en todas las ramas de la ciencia. Por centrarnos en la economía, cualquier análisis empírico con datos privados y/o confidenciales es susceptible de ser manipulado.(...)
Es cierto que, en su proceso de popularización, los economistas del comportamiento hemos sido culpables de cierta falta de rigor al publicitar en exceso resultados llamativos. No siempre se ha incidido lo suficiente en la complejidad y la volatilidad intrínseca del comportamiento humano, así como en los pequeños detalles del diseño experimental que pueden incidir de forma crucial en los resultados. (...) La economía del comportamiento no se reduce a los nudges, ni quizás sean los instrumentos más efectivos. Es cierto que los pequeños empujones psicológicos son un instrumento sencillo y barato de influir en el comportamiento de los individuos. Sin embargo, en su efectividad influyen múltiples factores que pueden contradecirse y la duración de sus estímulos es, en muchos casos, de corto plazo y el tamaño de los efectos tiende a ser pequeño. Aunque no inexistente.
Algunas herramientas, como el “priming”, están más en entredicho que otras. De hecho, esta ya ha sido eliminada de la última versión del libro de Thaler y Sunstein, demostrando que hay un avance en el aprendizaje de la materia. Por el contrario, otras como la teoría prospectiva, fundamento básico de la ciencia del comportamiento, ha sido replicada con éxito en numerosas ocasiones y cuenta con unos cimientos teóricos y empíricos muy sólidos.
(...)En definitiva, la economía del comportamiento ha sufrido los vaivenes clásicos de toda área científica en su proceso de maduración: escepticismo inicial, éxito desmesurado y, finalmente, crisis y reposicionamiento. Pero como ha señalado Alex Imas, tiene sentido esperar que el enriquecimiento que brinda a la ciencia económica haga que la economía del comportamiento no muera, sino que, como ya está ocurriendo, se transforme y pase a ser, simplemente, economía.
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